viernes, 9 de marzo de 2012

EL VIEJO PREDICADOR (1)


A todo amante de la verdad le gusta oír a un buen predicador:a un predicador fiel y valiente que no tema decir toda la verdad.Tales predicadores no abundan en nuestros días;pero hay un predicador que sigue predicando día tras día,año tras año, con la misma fidelidad, de siempre,y no se deja influenciar por las opiniones de nadie,ni se adapta a los tiempos cambiados. Ha predicado ya por mucho tiempo, y en realidad es el predicador mas viejo del mundo;pero no ha disminuido la fuerza de sus platicas.Lo que dice es muy convincente, y nadie se atreve a contradecirle.Con todo, no es popular,aunque tiene por parroquia al mundo entero.Visita al rico y al pobre, y todos le escuchan con respeto.
Es elocuente.Mueve y despierta los sentimientos y emociones mas hondas, como nadie ha podido hacerlo; y hace brotar lagrimas de ojos poco acostumbrados a llorar.Dirige la palabra al entendimiento, a la conciencia, y al corazón de sus oyentes.Nadie ha podido refutar jamas sus argumentos,ni hay corazón que haya quedado del todo insensible ante sus predicas.Predica a ala gente de toda religión, y la que no profesa ninguna; y aunque es aborrecido de la mayor parte de los hombres, de una u otra manera se hace oír de todos.
No es refinado ni cortes.Hasta a veces interrumpe los actos públicos y las funciones sociales y se entremete en los placeres privados de quienes ni desean verle.Ronda las puertas del teatro y del salón de bailes, y nunca esta muy lejos de la taberna.Entra lo mismo en el claustro del religioso, como en la fabrica y la carcel; y no hay castillo ni palacio que le espante.Su nombre es La Muerte.

viernes, 2 de marzo de 2012

¿YA HABLASTES CON EL?

¿Ya hablaste con Él?

Por: Enrique Monterroza

Por mucho que sepamos que la oración es la vitamina que necesita todo cristiano hijo de Dios para sobrevivir en un mundo tan difícil, a veces se nos escapa por periodos largos de hacerlo.
A veces estamos tan afanados en nuestra vida diaria que nos olvidamos que lo primordial es buscar a Dios, hablar con Él.
¿Cuándo fue la última vez sin andar a prisa y sin pensar en otra cosa que no sea Él, fuiste a un lugar a solas y hablaste con Él de una forma maravillosa?
Muchos de los que hoy me leen son servidores muy fieles en sus congregaciones, muchos están a cargo de privilegios en sus iglesias, pero a veces puedes encontrarte sirviendo a Dios, pero sin Dios. Me refiero al hecho que a veces estas más preocupado por cumplir lo que te han encomendado, que buscar el respaldo de quien te llamo.
Seguramente hace unos días te propusiste buscar a Dios todos los días, cierta cantidad de tiempo diario. Pero ¿Qué paso?, ¿Cuánto duro tu ritmo de oración?, ¿Qué excusas pusiste para no hacerlo?
Si algo nos va a ayudar a vivir una mejor vida cristiana es la comunicación diaria que tengamos con Dios. Él quiere oírnos, Él quiere que le hablemos, que lo adoremos, que le cantemos, que aprendamos más de Él. ¿Por qué entonces no lo hacemos?
¿Por qué estamos cansados?, ¿Por qué no sabemos qué decir?, ¿Por qué creemos que eso no es para nosotros?, ¿Por qué somos demasiados ocupados?, ¿Cuál es la excusa?
Hoy quiero motivarte a que juntos busquemos a Dios, a que no nos olvidemos que nuestra vida espiritual depende exclusivamente de Él, y que necesitamos urgentemente refrescar nuestra vida en su presencia.
¿No te sientes cansado?, ¿No te sientes estresado?, ¿No sientes que poco a poco el gusto de hacer lo que haces para el Señor se va disminuyendo?, todo eso se debe muchas veces a que no estamos yendo a comunicarnos con Él, no estamos hablando con Él, no estamos teniendo tiempos íntimos con Él.
¿No es cierto que cuando lo buscamos nuestra vida se llena de una paz sobrenatural?, Entonces, si sabes que es así, ¿Qué estas esperando para buscarlo?
Que este día y todos los días que vienen no pasen SIN QUE HABLES CON ÉL. Hoy Dios te quiere escuchar, ve a ese lugar y a solas con Él habla como que hablaras con tu mejor amigo, estoy seguro que Dios ha de escucharte y se ha de alegrar de verte nuevamente en ese lugar donde se ha encontrado en mas de alguna ocasión contigo.
¿Qué esperas? ¡Habla con Él este día!

“Orad sin cesar” (1ª Tesalonicenses 5:17)